martes, 12 de mayo de 2009

Estos tiempos

Desde entonces fui a Michoacán, en la harmónica toque el jarabe tapatío y muchas más, por fin entré a trabajar al ritmo de una persona normal y me complace decir que soy bendita entre los hombres en la oficina, que el que me gustó resulto ser por obvias razones de procedencia, esas bromas que juega el destino, que ya tengo un departamento, no en providencia como lo había soñado pero si en la Estancia, ave. Clouthier (por si algún día gustan visitarme), que Natalie Imbruglia canta muy bonito mientras escribo cosas sin razón, que no separé mi ropa y ya no puedo prender la luz, que hoy solo de cena me tome un ensure, que me noto un poco más gordita desde que estoy aquí, que esas carnes en su jugo y esa birria son manjar de Dioses, junto con los tejuinos y las jericallas (pero no juntos), que Sebastián me hace querer con más intensidad ser madre de familia y/o tutora y que cada día estoy más contenta con esa decisión de cambiarme de ciudad y más que nada, estar aquí en Guadalajara, todo esto es especial, mi trabajo no está mal, mi cumpleaños se avecina y que muy seguramente vivo en una vida que pensé, no hace mucho, era una utopía. Lo mejor del caso es que esto es real, que los arboles en Ávila Camacho son muy altos y muy verdes y también en el periférico y que Guadalajara si es cierto, hueles a pura tierra mojada.

Andre hay un panorámico en av. Patria que dice "publica tu obra de arte aquí"... te voy a averiguar.

En Fin!